Si crees que tener un negocio es solo mandar, sentarte en la oficina con cara de jefe y esperar que todo funcione solo… ¡estás más perdido que una guayabera en un ciclón!

El éxito de cualquier emprendimiento, sobre todo en Cuba, está en que tu equipo piense y actúe como si fueran los dueños. Aunque no tengan ni una acción ni aparezcan en el Registro Mercantil.

¿Por qué es tan importante?

Porque cuando la gente siente que el negocio es suyo:

• Cuida los recursos como si salieran de su bolsillo.

• Resuelve problemas en vez de crearlos.

• Propone ideas en lugar de solo quejarse.

• Se faja con el cliente para que salga contento… y regrese.

Y créeme, eso no tiene precio.

Cómo lograrlo sin tener que regalar acciones

Aquí te dejo unos trucos para que tu gente se ponga las pilas como verdaderos dueños:

1. Cuéntales el chisme completo

Nada de secretos. Diles cómo van las ventas, qué cosas están apretadas, dónde está el dinero y hasta cuándo alcanzan los “guaniquiquis”. Si la gente sabe cómo está el panorama, se siente parte del barco… y ayuda a remar.

2. Hazlos parte de las decisiones

No seas el tipo que se encierra en la oficina y sale con “¡esto es lo que vamos a hacer, punto y se acabó!”. Pregunta, escucha y deja que aporten ideas. A veces, la mejor solución viene del que menos te imaginas.

3. Felicita y reconoce… sin tacañería

A veces un “¡Asere, te la comiste!” vale más que un bono. Aunque ojo: si puedes dar el bono, ¡mejor todavía!

4. Comparte las ganancias (aunque sea un chin)

Si al negocio le va bien, reparte algo. No tiene que ser un millón, pero un extra, un almuerzo, una recarga al móvil… todo cuenta. Eso hace que la gente diga: “Si el negocio crece, yo también gano.”

5. Déjalos brillar

No tengas miedo a que alguien sea mejor que tú en algo. ¡Eso es buenísimo! Dale espacio para que crezcan, inventen y se luzcan. Al final, el aplauso es para todo el equipo.

6. Predica con el ejemplo

No puedes pedir compromiso si eres el primero en llegar tarde o el primero en rajarte cuando la cosa se pone fea. Si quieres que se comporten como dueños, empieza tú.

Porque Cuba es un máster en inventar

Si algo tenemos los cubanos, es creatividad. Y si logras que tu equipo se sienta dueño del negocio, tendrás un ejército de inventores dispuestos a buscar soluciones hasta debajo de las piedras.

Así que ya sabes, mi socio: no se trata solo de ser jefe… sino de crear una tropa de dueños sin acciones. ¡Y ahí es donde está el éxito!