Si creías que emprender era solo salir en TikTok diciendo “¡Soy mi propio jefe!” mientras tomas café en una taza que dice CEO, déjame aterrizarte suavecito: emprender es aguantar. Y sí, mi hermano, aguantar también es tener éxito.

Aguantar qué, asere…

Porque vamos a estar claros: en el mundo emprendedor todo el mundo habla de triunfos, de millones, de rondas de inversión, de apps que “cambian el mundo” y de “escalabilidad” (que todavía no sabemos qué es exactamente, pero suena lindo).

Pero nadie te cuenta que antes de todo eso, toca aguantar:

• Aguantar las cuentas en rojo.

• Aguantar la suegra preguntando cuándo vas a buscarte un trabajo serio.

• Aguantar al socio que siempre dice “eso no va a funcionar, asere”.

• Aguantar noches sin dormir porque estás terminando la web de tu negocio… tú solo.

La resistencia es parte del juego

Emprender no es para flojitos. Es como correr una maratón… pero descalzo, en pleno agosto y con los cocotazos de la vida cayendo de gratis.

¿Sabes cuántos negocios se caen no porque la idea sea mala, sino porque sus dueños se cansaron antes de tiempo? Montones. Porque emprender es una prueba de resistencia mental, física y hasta espiritual.

Así que si estás aguantando, aunque sea por los pelos, ¡ya vas ganando!

Éxito no siempre es salir en el NTV 😂

Claro, todos soñamos con salir en el NTV con la periodista diciendo: “Emprendimiento cubano conquista el mercado mundial.” Pero la verdad es que, en el mundo real, el éxito muchas veces es más humilde y más heroico:

• Lograr tu primera venta.

• Ver a un cliente feliz con lo que creaste.

• Poder pagar el alquiler del local este mes.

• Seguir creyendo en tu idea, aunque el resto del mundo no lo haga.

Eso también es éxito, asere.

Los Guajiros aguantamos

Los cubanos somos duros de pelar. Hemos aguantado ciclones, apagones, inventos y la vida misma. ¡Cómo no vamos a aguantar un emprendimiento!

Así que si estás pensando tirar la toalla, respira hondo. Toma café, mira pa’lante y repite conmigo:

“En el mundo emprendedor, aguantar también es tener éxito.”

Porque a veces el mayor mérito no es crecer rápido… sino seguir de pie, con el mismo swing, dispuesto a seguir dándolo todo.